miércoles, 18 de diciembre de 2013

Lactancia disfrutada (prolongada)

A mi abuela le alegra saber que sigo amamantando a mi hijo. Ella amamantó a sus hijos, supongo que el asunto era de lo más normal en su época (tiene 82 años). Su hijo más pequeño, mi tío Roberto, tomo leche de seno hasta los cuatro años.

El resto de mi familia ni lo condena ni lo celebra. Lo ven y ya. Algunos cercanos que saben que aun sigo lactando a mi hijo de 14 meses me hacen la pregunta usual: ¿Y sigues amamantando a tu hijo?

A esta pregunta se agregan otras. ¿Y hasta cuando le vas a dar seno? ¿Y no está ya muy grande para eso? ¿Todavía tienes leche?

Y expresiones de admiración. ¡Y todavía le das teta! ¡Pero ya no deberías darle el seno! ¡Y le das seno de noche!

Las sugerencias-ordenes tampoco faltan. "Tú tienes ya que quitarle esa teta de noche, para que duerma", "Pero tú no vas a poder dejar con nadie a ese niño", "Lo que lo vas es hacer sufrir, con esa costumbre de darle seno de noche, cuando un día lo tengas que dejar con otra persona"....(Los niños, lactados o no, "sufren" igual cuando no están con sus padres una noche. Pues es el vínculo lo que se extraña, no la leche).

Si lactar de manera exclusiva a un bebé desde su nacimiento hasta los seis meses es "una rareza", imagínense lo que significa para muchos que le sigas dando tu leche a tu hijo cuando tiene más de un año, cuando "come de todo". Pues, casi un "adefesio". 

La Organización Mundial de la Salud dice lo siguiente: "La OMS recomienda el calostro (la leche amarillenta y espesa que se produce al final del embarazo) como el alimento perfecto para el recién nacido, y su administración debe comenzar en la primera hora de vida. Se recomienda la lactancia exclusivamente materna durante los primeros 6 meses de vida. Después debe complementarse con otros alimentos hasta los dos años". Pueden leer más sobre lo que dice la OMS de la lactancia aquí.

La mayoría de las personas ven la lactancia prolongada como algo "sin sentido", pero no te pueden dar razones valederas para justificar su evidente prejuicio. Lo que si parece "normal" (que debería ser la excepción) es alimentarlos con leche de vaca modificada desde que son recién nacidos. 

¿Hasta cuando lactaré a mi hijo? Hasta que sea una lactancia disfrutada como lo es ahora. 


miércoles, 20 de noviembre de 2013

Esos momentos en que Fernando...

...hay que cambiarle el pañal. Resulta que el pequeño Fernando no le gusta andar muy mojado ni mucho rato "hecho del dos" en los pañales, pues trata de todas la maneras posibles de quitárselo, y lo ha logrado. El asunto es que cuando logra estar libre de ellos, pues corre a mil por uno para disfrutar, supongo, de "un nuevo aire". Y, a veces, hasta con su sonrisita. Ponerle un pañal es toda una proeza, y más cuando insiste en andar cual Adán en miniatura. Y claro, el perseguirlo, inmovilizarlo (sea de pies o sobre la cama) incluye artilugios como poner a Baby TV, dejar que babosee el control remoto o pasarle cualquier objeto de su deseo, que nunca es un juguete. A mí me sirve de ejercicio.

...quiere ver The Muppets. Pensé que con la reciente y creciente admiración por Baby TV, sus muñecos favoritos y protagonistas de su primer cumpleaños iban a convertirse en asunto del pasado. Pues no. Desde que ve la laptop sobre la mesa, me mira, hace uso de su "lenguaje cifrado", me sonríe y vuelve a mirar la laptop. Si ve que no hago caso, pues saca una silla (casi siempre la que queda en el extremo donde calcula que está más cerca la laptop), se "empina" en sus pies y estira su brazo (derecho o izquierdo). En más de las ocasiones que puedo recordar he salvado la laptop de caer en picada libre al piso. Hace unos meses fue víctima de su amor incondicional por The Muppets y sacó de su sitio la tecla de la letra X. Cuando quiere ver The Muppets, quiere ver The Muppets.

...encuentra la puerta del baño abierta. O en su defecto, mal cerrada, su paraíso se hace realidad: el inodoro. Sé que no es el único bebé del mundo con esta, digamos, curiosidad por los inodoros, pero eso no significa que no me trastorne los nervios de vez en cuando cuando lo escucho gritar "aqua" y lo encuentro chapoteando con las manos el agua del inodoro o a punto de hacerlo. ¿Cuando será que acabará su pasión por estos dioses blancos?

...quiere subir las escaleras. Sabía que después que logrará bajarse solo de la cama y subirse al mueble, las escaleras serían una aventura atractiva para el pequeño Fernando. No me equivoque. Cuando regresamos de nuestras salidas mañaneras (a pasear, para él, y para comprar al mercadito o al colmado, para mí), se suelta de mi mano en el preciso momento en que ve las escaleras. No tengo más remedio que seguirlo detrás, mientras el escala hasta el segundo piso, con chillidos de alegría incluidos. Lo bonito es verlo celebrar, aplaudiendo, cuando llega a la puerta del apartamento. Ni Rocky en las famosas escaleras del Museo de Arte Contemporáneo de Filadelfia.

En esos momentos, a veces, pienso lo rápido que pasa el tiempo. Ya este bebé no es tan bebé.

martes, 12 de noviembre de 2013

Un particular árbol de Navidad

La vida cambia tanto con un hijo, que hasta las costumbres navideñas cambian con ellos.

Luego de dar vueltas y vueltas, ante el peligro que significa poner extensiones de luces eléctricas (que el esposo pegó de inmediato el grito al cielo con el tema, de que nada que ver con electricidad), buscando en internet una opción alternativa de árbol de Navidad, encontré esto.


Así que, luego de cavilar el asunto, pues se me ocurrió hacer mi propio árbol de perchas, pues en casa hay para regalarle al pueblo si me dispongo. Eso sí, sin luces, que lo intente y el bebo raudo y veloz se dispuso a probar su sabor.

Aquí el resultado.

El no le hacía mucho caso...

...pero de vez en cuando su instinto curioso lo empuja a averiguar qué es eso. 

Aunque en estos días estoy meditando hacerle algunos cambios, pues no parece muy estable y he tenido que usar cinta adhesiva para mantenerlo en su lugar, por ahora ha sido una muy buena idea.

jueves, 24 de octubre de 2013

Otra vez

Un año y diez meses después, regresó.

Desde ayer.

Tan bien que era no preocuparse por tener "la visita mensual". Pero como amamanto menos, ya me imaginaba que no tardaría en hacer su aparición.

Y no hay mejor manera de hablar de "ella" que con este poema.

Poem in praise of menstruation

Lucille Clifton

if there is a river
more beautiful than this
bright as the blood
red edge of the moon if
there is a river
more faithful than this
returning each month
to the same delta if there

is a river
braver than this
coming and coming in a surge
of passion, of pain if there is

a river
more ancient than this
daughter of eve
mother of cain and of abel if there is in

the universe such a river if
there is some where water
more powerful than this wild
water

pray that it flows also
through animals
beautiful and faithful and ancient
and female and brave


 from Blessing the boats, Poems new and selected 1988-2000, BOA Editions, New York, 2000.


Poema en alabanza a la menstruación

si hay un río
más hermoso que éste
brillante como la sangre
rojo al borde de la luna si
hay un río
más fiel que éste
volviendo cada mes
al mismo delta si hay

un río
más bravo que éste
viniendo y viniendo en oleadas
de pasión, de dolor si hay

un río
más antiguo que éste
hijo de eva
madre de caín y de abel si hay en

el universo un río semejante si
hay agua en algún lado
más poderosa que esta salvaje
agua

pedí para que también fluya
en animales
hermosos y fieles y antiguos
y femeninos y bravos

Versión de Tom Maver



lunes, 14 de octubre de 2013

Lactancia y cáncer de mama

El mes de octubre se ha convertido en el mes rosado, un color usado para llamar la atención sobre la prevención del cáncer de mama.

Siempre me llamó la atención que la campaña contra el cáncer de mama solo se enfocará en el tema de la mamografía y el auto examen de los senos, que en esencia son métodos de detención temprana, no de prevención. 

Prevención es llevar una vida sana, hacer ejercicios y amamantar. Sí, la lactancia es un elemento de prevención del cáncer de mama para las mujeres premenopausicas. Cuando vi el dato, hace tres semanas atrás, decidí escribir sobre ello. Entreviste a dos oncologos, uno de ellos del País Vasco, gracias a la colaboración de Ruth Gimenez,  psicóloga perinatal española que también es consultora certificada en Lactancia Materna (IBCLC) y doula. 

Este es el resultado. Pueden leer el artículo completo aquí

La lactancia, ¿otra arma contra el cáncer de mama?

Estudios evidencian una relación entre la lactancia y un efecto protector frente a la enfermedad.  Por Argénida Romero 
Aunque usualmente los beneficios de la lactancia materna suelen enlistarse enfocados hacia el bienestar del bebé, esta práctica implica para la mujer menor riesgo de padecer osteoporosis, reducción del peso y menor riesgo de sangrado luego del parto. Y también, protección contra el cáncer de mama.

sábado, 5 de octubre de 2013

Feliz cumpleaños, Fernando


Porque desde que llegaste mi vida cambió, otra vez.

Porque me has regalado la dicha de rebelarme contra mi misma.

Porque tu sonrisa y tu balbuceo son el mejor soundtrack que haya podido escuchar.

Porque tus pequeñas manos han acariciado las pequeñas manos que tuve, hace 31 años atrás.

Porque tu niñez ha sanado mi niñez.

Porque no sé hasta cuando estemos juntos, pero mientras lo estemos de algo estoy segura...

Te amo.

Los preferidos de Fernando. Los Muppets

P.D. Hoy también celebro otro aniversario. Un día como hoy, pero hace cinco años, el esposo y yo nos dimos el primer beso. O mejor dicho, le robé el primer beso al esposo. Una causalidad para Fernando, que tan ocurrente como parece ser, se le ocurrió venir al mundo en un día tan especial para sus padres.

miércoles, 2 de octubre de 2013

La crianza, ¿desde mí o desde mi hijo?

Estoy en la cocina. De repente siento sus manitas en mis piernas. Me hala la falda y lloriquea. Pienso en que tengo que apurar lo que hago porque en tres horas tengo que irme a trabajar. El insiste y balbucea algo que puedo entender como "mamá". Me detengo. Lo miro y el sonríe. Lo tomo de la mano y caminamos a la sala. Ahí me siento en el piso y él alza los brazos y sonríe. Busca un paño que tiene cerca y me lo lanza y yo se lo lanzo. Y lo vuelve a lanzar y se me acerca, me rodea el cuello con sus pequeños brazos. Me llena el cachete de baba. Se va gateando al comedor y se pone de pie. Me mira y balbucea entre gritos de petición. Mira la laptop sobre la mesa. Lo entiendo. Lo subo en su silla y ríe a carcajadas viendo a Los Muppets.

****

A veces cuesta, cuesta mucho, bajarse del egoísmo. Cuesta, cuesta mucho a veces, acercarse a un hijo desde él y no desde ti. Ese bebé de casi un año que es mi hijo es una persona, un individuo distinto a mí. No es un "un muñeco lindo", no es "un hijo que tiene que hacer lo que yo digo". Y cuando un lo pienso así, entonces no cuesta, sino que es una necesidad imperiosa amarlo desde su individualidad de persona, que es desde el momento en que nació.

De que otra manera puedo enseñar a mi hijo a amarse. Amándolo. Y se respetará en la medida en que sea respetado, y también respetará. Y respetará el dolor, la alegría, la diferencia del otro, de los otros.

Mi hijo, los hijos, no son objetos, no son trofeos, no son compromisos, no son agendas. Ellos no saben de nuestros apuros, de nuestra adultez herida, reparada, hecha y deshecha. Ellos tienen un mundo más limitado, más lento, hecho a su medida, a la medida de su maduración, de sus pequeños brazos.

Cuando me senté en el piso vi el mundo pequeño de mi hijo. Vi como ve el comedor, el mueble, la cocina, sus juguetes. Me puse en su lugar, busque entenderlo.

¿Por qué queremos apurarlos? ¿Por qué lo irrespetamos? ¿Por qué no queremos escucharlos, buscar entenderlos?

Si no intentamos ponernos en el lugar de nuestros hijos, si no tenemos empatía con ellos, si preferimos criar desde nuestro egoísmo, desde la visión de que ese bebé es "una autómata que debe responder a mis deseos, mis agendas, mis apuros...". Si no podemos, si no lo intentamos, entonces, ¿de qué sirven los mensajes bonitos en las redes? ¿De qué sirven las citas bíblicas de amor y misericordia en la punta de la lengua? ¿De qué sirven las indignaciones ante las injusticias sociales? ¿De qué nos sirve pregonar el amor a los hijos como si fuera una tarjeta de presentación?

Nos sirve solo de careta cuando no somos capaces de sentarnos en el piso para poner los pies en el mundo de nuestros hijos. De esos hijos que es lo más cercano que tenemos.

De careta si solo pretendemos criar desde nosotros, de imponer.

¿Por qué no intentar lo contrario?


martes, 17 de septiembre de 2013

Pegadito a mamá y a papá: el porteo seguro

Algo que lamento no haber hecho desde que Fernando nació fue portearlo, llevarlo pegadito a mí, cerquita.

Confieso que no lo hice por miedo. Un recién nacido parece tan frágil que no me imagine cómo podía colocarlo en un fular para llevarlo despreocupada, pues veía esa forma de cargarlo la cosa más complicada del mundo. Sin contar, que cuando tuvo más de un mes, cometí el error de llevarlo en una "colgona" que me regalaron, más que nada por desinformación.

Cuando pudo sostener su cabecita, y luego de buscar información, me compré una mochila ergonómica, o sea, un porteador que respeta la posición adecuada del cuerpo de mi hijo, que no le hace daño y que lo lleva tan cómodo junto a mí que hasta se duerme en sus paseos junto a su madre. Apunto que no me gustan los coches, ya que las calles de Santo Domingo, entre otras cosas, carecen de aceras adecuadas para llevar un coche y tienes que "tirarte a la calle"...cosa que veo muy peligrosa.

Hoy es el día de "No más colgonas", una iniciativa que veo replicada en muchos de los blogs de madres que acostumbro a leer, y que llama a los padres a informarse y conocer el beneficio del porteo adecuado, no en las "colgonas" que suelen vender en la mayoría de las tiendas infantiles y que hacen daño a los bebés.

Primero. El portabebé debe respetar la fisonomía del niño o niña en el desarrollo de su columna. Por eso a los que son adecuados se les dice porteadores ergonómicos.


Segundo. Debe garantizar la posición correcta del bebé, como cuando lo cargas. La posición ranita, en la que sus piernas están flexionadas y no colgadas (por eso se les dice "colgonas" a las que no son adecuadas). 




Estás son algunas razones por las cuales elegir un porteador que cumpla estos dos puntos. En este enlace de la Red Canguro pueden ver una guía para elegir un portabebé adecuado a sus necesidades y que respete la fisonomía de su bebé.


Por último, les dejo este hermoso decálogo que resume la maravillosa experiencia de portear.


viernes, 6 de septiembre de 2013

Lo banal de mi lactancia

Fuera de lo importante que es amamantar a un bebé, de que la leche materna es esto o aquello, existe una parte de ella que podríamos decir que es una banalidad que viene con el paquete. Al menos en mi caso.

Los senos cambian.

Voy a tocar el punto por un asunto muy particular sobre un comentario recurrente durante mi casi año de madre lactante. "Y mira la mucha leche que das y tú que tenías esos senos tan pequeños".

Y mi "reflexión banal" no va hacía el discurso de que el tamaño no tiene nada que ver con la cantidad de leche que produces, sino por el tamaño en si mismo.

Y sí, la talla que usaba antes de embarazarme era...32 B.

La talla que uso ahora es...34 C.

Claro, el asunto no me ha molestado para nada, lo de tener senos más voluptuosos. Pero el asunto no pasa desapercibido para nadie de mi entorno, que en cualquier momento me estampa un comentario con relación a que ahora la lactancia me ha dado un beneficio estético, y lo mejor de todo, sin la necesidad de un bisturí.

Aunque no suelo reparar mucho en el asunto a menos que me hagan los consabidos comentarios, me he sorprendido algunos días mirando como el aumento de talla me hace ver tan diferente a hace dos años, cuando ni soñaba con Fernando.

Y bueno, la vanidad existe.

Lo que sí tengo claro es que la nueva imagen sin bisturí se acabará en el momento que deje de amamantar.

Pero, mientras llega... :)

sábado, 24 de agosto de 2013

Vacaciones

Mañana es mi último día de vacaciones. Y fueron unas vacaciones diferentes, las primeras que pasé como madre de Fernando. El descanso tuvo otro matiz. Descanse del trabajo, de ser reportera, periodista. De madre, de madre no se descansa, pero si que se disfruta.

Les comparto fotos de algunos momentos de estas primeras vacaciones de madre, la mayoría en casa de la abuela paterna de Fernando.

Si quiere vagar de verdad en sus vacaciones, hágalo antes de ser madre o padre. Luego de que llega un bebé a su vida, no hay retorno a ese estado de vagancia suprema vacacional.

El día que fuimos a comprar lo del bautizo.

En Ikea.

De camino a Puerto Plata comiéndose la calva de papá.

Disfrutando del patio de su abuela.

Esa cocina fue su fascinación.

Una mecedora que ha pasado de generación en generación. 

Viendo el mundo y queriendo escalar.

Por primera vez, sus pies en la arena de la playa.

La cafetera que convirtió en juguete.

Con Cliffor, la mascota de papá. 

Maiky, el chiguagua de la madrina del esposo. Ama los perros.

Fue feliz al descubrir el mar, sin lugar a dudas.



martes, 6 de agosto de 2013

Leche materna, la mejor marca

Estamos en la Semana  Mundial  de la Lactancia. Este año el eslogan es "Apoyo a las madres que amamantan. ¡Cercano, continúo y oportuno!"

De decir, podría decir muchas cosas sobre la lactancia. De lo importante que es, de los mitos que la rodean, de la equivocación de entenderla como algo de "mujeres que no son modernas"...

Pero les voy a compartir algo que me encantó y que encontré hace unos meses atrás. La campaña publicitaria sobre la lactancia que realizó Unicef en Venezuela en el 2010. "Leche materna, la mejor marca". Sé que les encantará :)










domingo, 28 de julio de 2013

Las madres-padres no existen

Desde que soy madre se ha hecho más certera una reflexión que hice hace años, cuando recién dejaba la adolescencia: que la niñez es una etapa delicada y que sobre ella se forja mucho de lo que somos como adultos.

Esa reflexión la hice llorando, recuerdo. Y me pasó el día que empecé a comprender, no porque nadie me contará, que mi padre era una gran ausencia en mi vida.

Viví con mi padre hasta los nueve años, restando el casi año que estuve viviendo en República Dominicana cuando mi madre tuvo que venir aquí desde Venezuela a someterse a una operación después de dar a luz a mi hermano menor. De esa época junto a mi padre recuerdo detalles tan especiales como el su bigote, la manera en que se sentaba a ver televisión los domingos y lo gigante que lo veía desde mi mínima estatura. 

No recuerdo muchas expresiones de cariño. 

Durante mi niñez, el transcurso de mi juventud y lo que llevó de vida adulta la ausencia presente de mi padre ha flotado. No entraré en detalles, pero les puedo decir que esa noche de mi adolescencia le perdoné, aunque no supiera las razones del porqué se portaba como se portaba.

A esa edad podía comprender cosas que de niña eran imposibles de pensar. Porque el mundo de un niño es demasiado frágil para asumir las complejidades de los adultos, lo bueno y lo malo. Y aquí debo agradecer a mi madre y a mi abuela, que de alguna manera y dentro de las circunstancias adversas, trataron de proteger ese mundo frágil de mi niñez. 

De ninguna escuche la famosa frase que hoy veo replicada mil veces en las redes en internet: "madres que son padres". Ni siquiera porque mi abuela crió también a sus hijos sin la ayuda financiera de mi abuelo.

Lo que siento sobre mi padre es un juicio que he hecho desde mí, desde la compresión de la complejidad humana que no podía hacer con nueve años. Y que, supongo, ningún niño o niña puede hacer sobre un padre que no es parte de su día a día.

Me dirán "anti mujer". Me dirán, quizás, que yo no debería hablar del tema porque no soy madre soltera. 

Pero lo digo desde la hija que soy del padre que tengo.

Y no, ninguna madre es padre también. Las madres solteras son mujeres con doble carga, con más responsabilidad, que necesitan apoyo. Mujeres que son fuertes, pero humanas, que cometen errores pero hacen frente a la vida con sus hijos. "Enseñarle" a un niño que "un padre no es necesario" es sembrar su niñez de dudas, de resentimiento, de huecos que quizás le hagan vivir una adultez llena de tropiezos. 

Porque se es solo madre y solo padre. Los hijos ya tendrán edad para poner situaciones en su lugar, para juzgar, para reflexionar y para perdonar o no perdonar. No los obliguemos desde nuestro egoísmo, desde nuestras heridas, desde nuestro tropiezos a asumir una complejidad que no pueden procesar.

Presentar esta realidad confusa solo reafirma una victimización de la mujer y evita, para mal, que la sociedad cambie a favor de que los hombres también se hagan y los hagan responsables de su papel.

Y sí, también hay padres que han tenido que criar sus hijos sin ayuda de una mujer, por viudez y hasta por abandono (sí, créanlo, hay madres que abandonan a sus hijos). Nunca he visto a un padre decir en las redes el día de la madre que son padres y madres a la vez.

Pensemos de otra manera.

P.D. Y claro, felicito a todos los padres que fueron y son presencia en la vida de sus hijos. Incluyendo al esposo. 




miércoles, 17 de julio de 2013

Lo que aprendo de otras madres

He aprendido...

...usar un pañal desechable congelado para conservar la leche materna de camino a casa.
...a respirar cuando el bebo está intenso.
...a respetar las etapas de mi hijo, y a vivirlas con alegría.
...a que todos los padres primerizos sufren del susto prematuro y compulsivo cuando sus hijos empiezan a caminar.
...que busque un lugar alto donde guardar los libros. De manera urgente.
...que dormir como antes nunca será posible.
...que no hay cosa más intensa y confusa que ser la madre de alguien...y a la vez, la época que más recuerdos lindos me dará.


Gracias!!!!!!!!!!!!!

viernes, 5 de julio de 2013

Nueve meses dentro...nueve meses fuera

Hoy, el bebo cumple nueve meses.

Supongo, aunque no se hacer el cálculo, que es casi el mismo tiempo que permaneció dentro de mi panza. Digo supongo porque alcance, según mis cálculos, las 40 semanas.

Al alcanzar esta edad se supone también que el bebo ha hecho su proceso de gestación exterior o exterogestación. Aquí les comparto lo que significa: Los segundos nueve meses.

Gatea, se pone de pie y camina agarrado del mueble, de las sillas...de lo que sea. Hace "solitos": se pone de pie y juega a permanecer así hasta que puede.

Dice "papapapapapapapa". Y ve a su papá y le dice "papapapa papap papapap". Nada de decir mamá, ni mami.... También le ha dado por balbucear un lenguaje propio que no logro descifrar. Aunque hay una palabra que creo saber que es: "eche".

Sonríe. Sonríe mucho.

Esta en la plenitud "de la angustia del octavo meses". Ama estar pegado a mí. Hace dos días empezó a poner cara de tristeza cuando me voy trabajar. No lo había hecho antes. Claro, la tristeza se le cura enseguida con su titi Damaris, sin contar que la abuela está en casa. Cuando llego en las noches del trabajo se me lanza como cohete y la sonrisa no le cabe en la cara.

Ama también a The Muppets. Sé cual será la decoración de su primer cumpleaños (que fiesta no haré, pero el bizcocho no se quedará).

Soy atea, pero los preparativos del bautizo por parte de sus abuelas (que tiene dos de parte de padre, la abuela abuela y la abuela tía) están en proceso. Me dicen que hasta habrá tarjetas de invitación. Y no, no voy a negarme a que lo bauticen, aunque hubiera preferido que no lo hicieran...porque soy atea. Pero no pretendo iniciar una "guerra" familiar por un bautismo. Recuerden que el bebo es hijo de Argénida, pero también del esposo :)

Y, claro, la lactancia sigue viento en popa.

Y bueno, que decir más que...

"soy feliz,
soy un hombre (mujer) feliz,
y quiero que me perdonen
por este día
los muertos de mi felicidad".




viernes, 14 de junio de 2013

Vamos a hablar de lactancia (III y última)

Hoy llevo ocho meses, una semana y un día de lactancia.

Debería tener un día más en esta suma, pero la visión intervencionista, sesgada, mecanista e ignorante del personal médico en las clínicas privadas en República Dominicana no permite que la lactancia y la vivencia cuerpo a cuerpo con el bebé desde que nace sea una realidad.

Lactar ha sido una de las mejores experiencias de ser madre.

Se preguntara alguno o alguna, tal vez, cómo he logrado llevar ocho meses de lactancia. Y sí, no solo trabajo en un periódico, en horario de cierre, sino que soy ama de casa (claro, con la ayuda idonea de mi esposo).

Di leche materna a mi hijo de manera exclusiva sus primeros seis meses de vida. No se alimentaba de otra cosa que no fuera mi leche. Nunca le he dado tés. Nunca durante esos seis meses le di agua. Solo leche materna.

Mi hijo nació el 5 de octubre y me reintegre al trabajo el 30 de diciembre. Antes de retomar mis labores profesionales tuve miedo y el miedo me ganó. Compré un lata de leche (de esa que el pediatra, "amablemente", puso con nombre de marca en su libreta de consejos para "complementar la alimentación de un recién nacido"). Lo hice por "un por si acaso" no podía dejar leche suficiente para mi hijo. La lata de leche sigue, sin usar, en la alacena.

Por supuesto que además de comprar la "lata de leche del temor", me arme con lo que entendí era lo necesario para dar continuidad a la lactancia.
  • Un telmo para conservar en frío la leche materna.
  • Un extractor manual Medela (lo digo con marca porque por experiencia, y por otras experiencias contadas, me parece recomendable comprar extractores de esta marca).
  • Fundas o bolsas para conservar leche.
  • Y...un pampers lleno de agua y congelado (aunque no lo crea, es el mejor "hielo" para conservar la leche en frío. Se mantiene congelado por mucho tiempo y mientras se derrite el hielo hecho en su interior no hace "aguas", pues queda retenida dentro del pañal desechable). Este truco fue una cortesía de Damaris Silverio, la titi que cuida a Fernando en las tardes antes de que su padre (el esposo) llegue a casa.

El artículo 240 del Código de Trabajo dominicano establece que "durante el período de lactancia la trabajadora tiene derecho, en el lugar del trabajo, a tres descansos remunerados durante su jornada, de veinte minutos cada uno, como mínimo, con el objeto de amamantar al hijo".

O sea, son 60 minutos, una hora, para disponerse a extraerse leche. En principio yo tomaba dos turnos, y en un cuartito usado para la entrevistas (nunca jamás en un baño), me extraía leche, la guardaba en las funditas y estas funditas las colocaba dentro del telmo, no muy grande, donde había un pañal desechable congelado para conservarla hasta que llegará a casa. A veces, por la naturaleza de mi trabajo, tuve que ordeñarme en el vehículo de prensa (guardaba la leche en el envase del extractor hasta llegar a la redacción).

Cuando llegaba a casa guardaba las funditas en el congelador de la nevera. En las mañanas, cuando dormía el bebo, también me ordeñaba. Llegue a dejarle a mi hijo cada día en la casa de 18 a 20 onzas de leche.

Se puede hacer un banco de leche, pero eso no era una opción para mí en un país donde la energía eléctrica se ausenta hasta por diez horas.

Así logré lactar a mi hijo de manera exclusiva durante seis meses. Y así he continuado con la lactancia.

Trabajar no es un impedimento para dar de lactar a un hijo.

La lactancia no es un sacrificio, no es "cansada" (como me dijo alguien en un foro de LLL), no es una moda. No. La lactancia es la manera NORMAL de alimentar a un bebe. No necesitas complementarla con nada. Tuve grietas en los pezones, en algunos momentos no podía dejarle más de 12 o 15 onzas al bebo, mi bebo rechazó durante dos días los senos cuando cumplió tres meses, la gente me criticaba y aun lo hace, las mujeres de mi familia (con excepción de mi sabia abuela) me desalentaron y aun lo hacen (me han dicho hasta que me voy a "malograr").

Repito, la lactancia es una de las mejores experiencias que me ha dado la maternidad. Y, lo mejor de todo, es que es lo mejor que puedes dar a tu hijo como alimento. LO MEJOR. Sin contar el dineral que se ahorra.

Se puede. No importa lo que te digan algunos pediatras pocos éticos e ignorantes sobre  lactancia (el que atiende al bebo me dijo la cita pasada que "ya no le diera teta a mi hijo"). No importa lo que te diga tu madre, tu tía, tu abuela, la vecina y las amigas. No importa. Se puede.

Y si crees que no puedes, hay un lugar donde puedes buscar ayuda: La Liga de la Leche en República Dominicana (LLLRD).

Foto Antonia Ricart.

Vamos a hablar de lactancia I
Vamos a hablar de lactancia II


miércoles, 29 de mayo de 2013

Mi entrevista con Carlos González

El pediatra español Carlos González está en República Dominicana. Lamentablemente, por asuntos de trabajo, no podré asistir a sus conferencias (que finalizan hoy en Santo Domingo y continúan este fin de semana en Santiago), lo que si pude hacer fue entrevistarlo vía mail para un artículo publicado en el periódico donde laboro. 

Comparto con ustedes su entrevista en "bruto", pues en el artículo solo enfoque algunos aspectos tratados con él en está entrevista. 

Si tuviera ahora de frente a una mujer primeriza con un recién nacido en los brazos, ¿Cuál sería su primer consejo?
¡No se mueva! Ahí, en brazos, es donde mejor están los bebés.

¿Qué es lo más importante que deben ofrecer los padres en los primeros meses de vida de su hijo o hija?
Tiempo y cariño. Las dos cosas. Por supuesto, pasarse el día con el niño, pero dedicar esas horas a pegarle, a reñirle o a ignorarle no sería bueno. Pero querer mucho al niño, acariciarle y cantarle, pero sólo un par de horas, y dejarlo solo la mayor parte del día, tampoco sería bueno. Los niños pequeños necesitan atención continuada.

De acuerdo a su experiencia como pediatra, ¿Qué es lo que más preocupa a los padres sobre la crianza de sus hijos? ¿Sueño, alimentación, enfermedades?
Yo diría que les preocupa todo. La capacidad de las madres para preocuparse es casi infinita. Mucha gente se dedica a fomentar esas preocupaciones, diciéndoles todo el rato lo que tienen o no tienen que hacer, amenazándoles con las más terribles consecuencias si no siguen las normas. Es curioso, muchas veces me han consultado, "mi hijo de cinco meses se chupa el dedo, no sé cómo quitarle esa fea costumbre", pero nunca "mi hijo de quince años fuma, no sé cómo quitarle esa fea costumbre". Ni que chuparse el dedo provocase cáncer...

¿Qué entiende usted que es lo que más necesitan los niños de hoy en día?
A sus padres. Al menos en algunos países y en algunas clases sociales, los niños pequeños pasan muy poco tiempo con sus padres. Nunca antes en la historia de la humanidad había ocurrido algo así, nunca tantos niños habían pasado desde tan pronto tantas horas separados de sus familias. Yo empecé a ir a la escuela a los seis años, y nunca me quedé a comer. Ahora muchos bebés se escolarizan antes del año, comen en la escuela toda su vida, tienen actividades extraescolares...

¿A qué atribuye el “afán moderno” de mantener a los bebes lejos de los brazos? ¿Es cierto que eso hace “independientes” a los niños?
En muchos pueblos nativos todavía llevan a los niños a la espalda durante años. ¿Le parece que son particularmente dependientes? Desde hace años, al menos en España, los hijos "no se van de casa", muchos viven con sus padres hasta bien pasados los treinta años (ahora contribuye la crisis, pero la situación data de bastante antes de la crisis). Es la generación que fue a la guardería, que no durmió en la cama de los padres, y no parece que se hayan hecho particularmente independientes.
En realidad, los niños son dependientes por naturaleza. Un niño, sin sus padres, moriría. La ley prohibe abandonarlos. Lo que hace que de mayores se vuelvan independientes es la relación con los padres dura (o debería durar) toda la vida, y esos padres que piden tanta independencia se enfadarán si, dentro de cuarenta años, sus hijos no les visitan o no les llaman.

¿Su último libro publicado (En defensa de las vacunas) fue inspirado en alguna experiencia como pediatra? ¿Por qué entiende que, tras años de concienciación y erradicación de enfermedades por medio de las vacunas, ha nacido el rechazo a aplicarlas?
Las vacunas son víctimas de su propio éxito. Enfermedades como el sarampión, la polio o la difteria han disminuido tanto que mucha gente ya no las conoce y les ha perdido el miedo. Y por otra parte, a mucha gente le encantan las teorías conspirativas. Que las vacunas las hacen solo para enriquecer a los laboratorios americanos y suizos... por eso en mi libro recuerdo que Cuba es uno de los mayores exportadores de vacunas del mundo, o que Corea del Norte e Irán también vacunan a los niños.

¿Hasta donde llega el papel del pediatra? ¿Debe solo estar pendiente de la salud física del niño o permitirse consejos a los padres sobre cómo llevar una crianza? 
Cada cual debería hablar de lo que conoce. En general, los pediatras no estudiamos cómo criar o educar a los niños. Algunos de nosotros tenemos experiencia como padres, algunos hemos leído libros sobre esos temas... pero no nos lo han exigido para darnos el título. Lo que un pediatra tiene que saber, está obligado a saber, es el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades infantiles.
Yo siempre digo que preguntes a tu suegra. A lo mejor no siempre acierta, y por supuesto no estás obligada a seguir todos sus consejos, pero hay que reconocer que tu suegra ha criado a un chico que tú misma has elegido como el más maravilloso del mundo. Pues algo sabrá de criar hijos.





Este es el artículo que escribí para el periódico: La crianza desde el apego 

lunes, 27 de mayo de 2013

Reflexiones sobre el Día de las Madres


Ayer fue el día de las Madres en República Dominicana. Dedique el día a una reflexión en voz alta en Twitter. No son principios, ni dogmas, ni reglas. Son reflexiones fruto de lo que he observado, vivido como mujer sin hijo y ahora como madre. Las comparto.


  • El amor de madre no es lo más grande que existe. El amor más grande es el de un recién nacido a su madre.
  • Y no, ser madre no es "un sacrificio", es una decisión. 
  • Lo que nos pasa cuando nos embarazamos y parimos no es "un milagro", todos los mamiferos se embarazan y paren a sus crías.
  • Ninguna debe ser obligada a parir un hijo fruto de violación, incesto o cuando su vida este en peligro. Derecho a decidir.
  • Ser madre no te "completa". La maternidad no debe ser vista como una "prenda para alardear" ni "como maquillaje social".
  • Ser madre no te hace "súper mujer", ni "mejor mujer" ni "buena o mala".
  • Una madre soltera no es "mamá y papá". Es una madre sin apoyo paternal. No ejerzamos esa violencia sicologica con los hijos.
  • Un hijo es papel de dos. Responsabilizemos a los padres. No nos creamos infalibles.
  • Si has decidido ser madre, empoderate! Estar embarazada no es una "enfermedad". No dejes que traten como "enferma".
  • Si decidiste ser madre, empoderate. Con información evitarás ser víctima de "una cesárea innecesaria".
  • Si decidiste ser madre, recuerda que puedes decidir dar fórmula o lactar, pero que nada se compara con la leche materna.
Abrazos a todas las madres :)

P.D. Para el próximo post terminaré mi serie personal y a mi manera sobre el tema de la lactancia. 

martes, 7 de mayo de 2013

Vamos a hablar de lactancia (II)

Como deje adelantado en el post anterior, quiero tocar el tema del establecimiento de la lactancia, en especial por los mitos que existen sobre ella.

Cuando salí de la clínica el pediatra que recibió a mi hijo me paso una tarjeta. En ella había escrito algo que me costó darle crédito: decía que debía alimentar mi niño cada tres horas y que si era necesario el complementaria su alimentación con la leche de formula "tal", porque hasta la marca estaba especificada.

Y no, los bebés recién nacidos no comen cada tres horas. Y no, no hay que complementar su alimentación con formula.

Explico desde mi experiencia y con datos.

Los estómagos de los recién nacidos son pequeños, pero la leche materna se digiere con facilidad (por eso los niños amamantados padece rara vez de cólicos). Por consiguiente, sus tomas son más frecuentes que las de un bebé que toma formula, aunque no se equivoquen: se alimenta mucho mejor.

A esto se suma que la lactancia no solo es para alimentarlos. Los recién nacidos llegan a un mundo extraño donde su única ancla es el pecho de su madre. A veces no entiendo como es tan difícil de asumir el cambio extremo de un bebé que pasó más de 37 semanas flotando en la calma de la panza de su madre, alimentado constantemente, con la temperatura adecuada y con los ruidos amortiguados  ¿Se imaginan? Pasa de eso a lo que es el mundo exterior: ruidos, frío, voces extrañas. El olor y la voz de su madre es lo que identifican en medio del caos y a ello se aferran.

Otro dato importante: de que des el pecho a demanda en el primer mes de nacido de tu hijo o hija, cada vez que el bebé quiera, dependerá el éxito o fracaso de tu lactancia. Así, la producción de la leche se va ajustando y se estabiliza a las necesidades de tu bebé. No hagas caso a gente que te diga que "pareces esclava", "ese niñ@ no se te despega".... La lactancia es un disfrute y si una no desprende ese egoísmo social condenará la lactancia. Además, quien dijo que es una esclavitud dar seno a su hijo o hija. !Para nada!

NO, NUNCA, NEVER....Usar biberones en el primer mes de nacido. Hasta que la lactancia no se establezca bien de bien, no se debe introducir teteras. En mi caso lo hice luego de que mi producción y demanda estaban reguladas, unas pocas veces a la semana, solo para que cuando entrará a trabajar mi hijo pudiera beber mi leche en un biberón. En caso de que no la quieran en biberón existen otras opciones: dárselas con una jeringa y  vasitos.

Leche materna dada en vasitos.

Leche materna dada con jeringa. Observen como se le coloca el dedo para simular le pezón.

Otra cosa importante y que siempre trae problemas, y provoca muchos abandonos de lactancias: la posición de amamantar y las heridas en los pezones. La inexperiencia y equivocaciones de lo primero causa lo segundo.







Yo la pasé mal, muy mal con eso. Busqué información y vi como debía ir la boca del bebé en el pezón, aunque lo hice cuando ya tenía las tetas destrozadas. Aguante dolor y untaba mi leche en los pezones. También me ayudo una crema para este fin, hay muchas en el mercado. Y nunca deje de pegar a mi bebo de mis senos. Eso sí, no comentan el error de tratar de ordeñarse con extractores con los pezones heridos, como yo lo hice: ordeñénse con las manos cuando no puedan aguantar la succión de sus bebés.

Si pinchan en la imagen podrán leer un manual sencillo de cómo extraerse leche manualmente.







domingo, 21 de abril de 2013

Carlos González en República Dominicana


El pediatra español Carlos González viene a República Dominicana.

González es autor de varios libros sobre crianza de apego, formas de crianza que práctico con el bebo y las que asumí, en gran parte, gracias a lo que expone González.

Es una actividad organizada por la Liga de la Leche en República Dominicana y espero que muchas madres pueda asistir para escucharlo. Vale la pena escucharlo.

Aquí les dejo algunas entrevistas que me han encantado de González.

La Educación Prohibida. Entrevista a Carlos González. 

Carlos González: "A la mujer se la ha engañado con la liberación"

Los beneficios de la vacunación infantil para los niños (Carlos González)

Carlos González: "Ahora los niños sufren una gran presión"


miércoles, 17 de abril de 2013

Vamos a hablar de lactancia (I)

Fernando alimentándose y recibiendo amor. Foto Antonia Ricart.


Vamos a hablar de lactancia.

Y, obvio, hablaré de ella desde mi experiencia.

Logre lactar de manera exclusiva a Fernando durante sus primeros seis meses. Una meta que costó al principio, pero valió y vale la pena.

Y sigo lactando.

Sobre la lactancia me gustaría compartir con ustedes algunos detalles. El primero: Lo que te dicen antes de ser mamá.

Empezamos.

El tema de la lactancia fue para mí, desde el primer momento, algo sin discusión. Nunca pensé en biberones ni leche de formula. Daba por un hecho que daría el seno a mi hijo.

Buscando información en esos primeros meses y al comenzar a recibir consejos de mis amigas y conocidas madres me di cuenta de lo tan extendida que está la idea de sustituir la lactancia por leche artificial. En mi vida familiar no recuerdo a nadie amamantando. A nadie.

A pesar de eso, me adscribí a rechazo de la formula, por un asunto simple y fácilmente verificable: LA LECHE MATERNA ES MEJOR ALIMENTO PARA UN BEBÉ QUE CUALQUIER LECHE DE FORMULA.

La mejor forma de iniciar la lactancia es no despegarte de tu hijo después que nace. Lamentablemente en ese país, y como lo conté en mi relato de parto, lo primero que hacen es eso. Alejan a tu bebe, se lo llevan a un cunero y, por supuesto, le dan leche de formula. El negocio en ese sentido es redondo. Con contarles que  cuando me dieron de alta al día siguiente de parir me entregaron una caja con cinco potecitos de dos onzas de leche artificial y, claro, me la cobraron en la factura de la clínica.

Como tuve que cambiar de médico tres semanas antes del parto, no me quedo de otra que someterme a esa "política". Lamentable, pues en la clínica que tenía planeado parir te dan alojamiento conjunto con tu bebé.

Lo que si hice fue correr despavorida al cunero desde que pude y pegar a mi bebo del pecho. Y tan buen niño que es, se asió del pezón sin rechazo. Ahí fue cuando me miró con esos ojazos hermosos que tiene.

Las primeras etapas de la lactancia tuvieron sus dificultades, pero yo estaba informada y empoderada. Se que para establecer la lactancia había que dar teta a demanda (cada vez que mi hijo quisiera), no usar biberones y posicionar bien a mi bebo en el pezón.

Y de estás tres cosas les hablaré en un próximo post. Les dejo un instructivo que identifica todas las desventajas de la leche de formula. Para leer, den un click a la imagen.


miércoles, 10 de abril de 2013

El límite

Hoy llegué al límite.

El bebo no quería dormir.

Yo tengo muchos días durmiendo mal, con momentos de estrés en el trabajo y en la casa.

El bebo está intenso, con la intensidad que acompaña su recién cumplidos seis meses.

Me sentí rebosada. Frustrada.

Le alce la voz. Le di una nalgada.

Vi su rostro de susto. Probablemente sorprendido de que su mami hiciera eso.

Me derrumbe.

Mientras lo abracé y lo acurruqué, empecé a llorar.

"Perdón, bebo, perdón", le dije al oído.

Él, como todo bebé, hace rato que había olvidado el episodio, y gorjeaba tratando de alar el cojín de respaldo de la mecedora.

Media hora después dormía luego de soltar una de las tetas.

También esto es ser mamá.

viernes, 5 de abril de 2013

Seis meses

Fernando cumple hoy seis meses.

Hace seis meses que está con nosotros, y somos una familia de tres.

A estas horas, hace seis meses, el bebo tenía menos de dos horas de nacido.

Puedo decir que hoy es un día importante porque también cumplo seis meses de ser madre y de dar lactancia exclusiva a demanda. De esto hablaré en los próximo días con lujo de detalle: de lo bueno, lo malo y lo feo de la lactancia.

Hoy, también, el bebo inició su alimentación complementaria con todas las de la ley. Una alimentación guiada por él, como ha sido la lactancia, sin cucharas ni purés (que los haré, claro, para cuando sea necesario). Una alimentación complementaria a demanda y que es un juego de exploración y conocimiento para Fernando y un gusto de diversión para mí. Este sistema le han llamado Baby-Led Weaning.

Debo confesar que hace dos días trate de "ajustarle" un pure de auyama con un poco de crema de habichuelas y solo logre que se comiera un poquito. Eso sí, disfrutó mordiendo la cuchara. Por eso mi decisión de que la alimentación vaya a su ritmo, no a mi imposición.

El esposo padre anda feliz, muy feliz, luego que vio las fotos de la fiesta de exploración alimenticia de su hijo.

Fernando le encanta su silla de comer.

Y yo, bueno, soy la madre. Ando que me lo quiero comer a él.


domingo, 24 de marzo de 2013

La competencia

Competir.

Hoy leía un artículo sobre el tema de la competitividad en la vida, y de cómo este afán está llevando a la gente a ser infeliz, a tomar caminos alejados de su esencia para mantener apariencias y de cómo esto también nos resta en la empatia con los demás.

El asunto de esta competencia, que lamentablemente se enseña hasta en las escuelas, tiene su lado agrio en la crianza y muchas veces caemos en ella sin percatarnos.

Desde el tema más elemental, como el de la alimentación de un bebe, hasta lo menos importante, como la moda de la ropita que le compramos, parecen volverse en metas que sacan más de una arruga a muchas madres.

Muchos comentarios se me hacen normales, donde me incluyo, en que el orgullo de madre hace que la cría de cada quien sea el centro del Universo. Madres que hablábamos hasta por los codos sobre los gorjeos de nuestro bebo de dos meses, o que parecemos dar una noticia extraordinaria cuando hablamos de los dos dientes que recién estrena el pequeño vástago. 

Pero existe otra esfera, otro mundo de "orgullo materno", en donde los comentarios sobre la crianza se vuelven en una especie de competencia contra viento y marea, que parece volver a los niños objetos, en artículos promocionales, en tarjeta de presentación de muchas madres.

Por ejemplo, el tema del desarrollo motriz. "Pero que raro, mi bebe gateaba a los cuatro meses". "¡¿Qué tiene diez meses y no camina?¡ Pero el mío lo hizo a los ocho meses". 

Son comentarios que no solo preocupan sin razón, pues todo niño sano tarde o temprano va a gatear y a caminar, pues no son funciones que se aprenden sino que son instintivas. ¡Todo el mundo termina por caminar, por favor!. Sino que tienen esa carga de que "mi niño es mejor, más adelantado, más más más...y el tuyo se quedó atrás".

Lo peor es cuando se inicia con el tema del aprendizaje formal. Recuerdo que empecé mi educación formal a los seis años. Hoy está de moda el asunto de la "estimulación temprana". Bebes menores de un año son llevados a centros para "estimular su inteligencia", claro, no es gratis. Usualmente esta "educación súper temprana" tiene un alto costo. Y vaya usted a ver como hablan muchas madres sobre este asunto, como si de eso dependiera que su hijo o hija terminará siendo presidente de la República o vendedor de agua de coco. 

Cuando me encuentro con este tema siempre me pregunto si Einsten, Pascal, Curie...tuvieron una "estimulación temprana costosa y en centros especializados". Me pregunto si es necesario que un bebe de menos de un año reciba estimulación para cosas que aprenden de manera instintiva y para aptitudes que desarrollaran con solo estar en la casa. 

Observo, por ejemplo, al bebo mirando como se mueven las cortinas, viendo los muñequitos de su sábana, tratando de atrapar un rayo de luz y patear el sitio exacto del botón que prende y apaga de ese bendita abejita que he guindado de su cuna, viendo lo que hago en la cocina mientras lo tengo en el cargador, observando a través del balcón el "mundo y sus ruidos"....¿no es estimulación? ¿Es necesario que pague un montón de dinero cuando los bebes son estimulados por su medio ambiente? 

En el tema de la lactancia es que el asunto se pone fuerte. Soy prolactancia y no creo que exista discusión alguna en afirmar que no existe ninguna leche mejor que la materna. No la hay. Repito NO LA HAY. Y punto. Sin embargo, los extremos son malos y ver mujeres que se asumen superiores porque lactan a sus hijos hasta los dos años, algo que no me parece extraordinario sino TOTALMENTE NORMAL, es algo que cansa. Y no hablo de las que apoyan con información la importancia de que todas las mujeres mamiferas podamos lactar...sino de las que te manda un correo por Gmail y al pie del mensaje lees: "Madre de tal, tantos meses lactando". 

Y si sigo no acabo...

¿Estamos tan mal que hasta  los bebes son objeto de nuestro ego competitivo? 

domingo, 10 de marzo de 2013

Hijo y sexo...o lo que se pueda

El martes pasado recibí un correo electrónico de mi esposo, cuyo asunto decía "Amor, jejejeje". El contenido del mail se resumía en un link, y el link me llevó a un artículo que hablaba sobre ninjas...perdón, sobre hacer el sexo como ninjas.

"A oscuras, rápido y silencioso", es la definición de hacer sexo como ninjas según el articulo que me envió el esposo-padre sobre la vida sexual de una pareja con hijos.

Me reí. Porque de verdad el asunto hay que tomarlo con gracia.

Contrario al embarazo, donde el sexo se vuelve súper durante el segundo trimestre y si gozas de esos embarazos de librito, como me tocó, aun con la panzota de 38 semanas puedes seguir disfrutando (aunque de manera limitada) el mundo el placer.

Pero después del parto, después del puerperio, el asunto cambia...drásticamente y te vuelves ninja, pero un ninja creativo.

Y sí, hay parejas que pasan más de un mes sin mucho de nada, y hasta más. Y sí, entre noches mal dormidas, preocupaciones de primerizos y el bebo en la teta queda poco lugar para el deseo.

En mi caso, y no es que voy a ser muy explicita (que intimidad es intimidad), el esposo-padre y yo nos hemos valido de paciencia, y una colchoneta. Sí, una colchoneta.

Resulta que cuando el bebo duerme (eso no tiene horarios ideales, y menos lo que desean los padres), y no estamos molidos por un día de doble trabajo (trabajo asalariado y trabajo no asalariado de niñeros y amos de casa) nos mudamos de habitación con la colchoneta a cuestas.

Y la colchoneta ha visitado la habitación del bebe (el duerme en la nuestra), la sala, la cocina y casi el pasillo.

Muchas veces es rápido, otras no. El silencio depende de la distancia en que estemos de la habitación donde duerme el vástago.

Eso sí, nunca ha vuelto a hacer lo que era antes, lo que sí...mucho más creativo.

Mi pregunta es ahora, ¿cómo será cuando cuando Fernando tenga un herman@?

Espero que la creatividad no se nos agote.


jueves, 28 de febrero de 2013

Tiempo y prioridades

En mis tiempos de soltera, bien soltera, en la que no tenía novio formal a la vista, deseé y busqué tener dos trabajos. Uno en la mañana hasta las dos, y mantener el de la tarde-noche que tengo desde hace casi cinco años en el periódico. No se me dio. Logré hacer algunos trabajos freelance en horas matutinas.

Ahora que soy madre...¿adivinen? ¡Pues me han llovido las ofertas! Y se imaginan cual ha sido mi respuesta.

No.

Tengo la suerte que no tienen la mayoría de las madres que conozco: pasar todo la mañana hasta las tres de la tarde con mi bebo.

Y no les miento. Veo la situación y la posibilidad de ganar más para por fin comprar el carro que anhelo desde hace años, para ayudar a mi madre, para completar planes, para viajar...

Pero mi hijo será bebe una sola vez, será niño una sola vez. No habrá forma de recuperar sus sonrisas mañaneras en la cama, las sesiones de 10 minutos de besos mientras espero que el arroz esté listo, su carita sonriente mientras se duerme entre mis brazos para sus siestas (que a veces logro que sean dos antes de irme a la redacción), cantarle mientras lo baño.

El carro, la ayuda a mi madre, los planes, viajar...puede esperar, puede postergarse.

Lo que tengo con el bebo vale más que otro sueldo y una segura vida de mierda que me daría estar doblemente empleada.