miércoles, 19 de septiembre de 2012

Sexo y embarazo



Podría ser que el tema desubique, y más cuando lo escribo con 38 semanas de embarazo cumplidas.

Pero no podía dejar de hablar del tema, un tema bastante latente durante la gestación de un bebe, aunque muchos no lo crean.

No puedo hablar desde un punto científico o médico, fuera de las cosas que he consultado en la internet. Más cercano está mi experiencia personal, y trataré desde ella hablarles sobre el asunto.

Sí, el sexo en el embarazo existe.

Yo que he tenido una gestación sin mayores sobresaltos físicos, el tema del sexo no ha implicado un dolor de cabeza, aunque si un cambio de cómo se vive y se ve.

En los primeros tres meses de gestación, con sus consabidos malestares y cambios hormonales, el apetito sexual se va literalmente a la porra. En mi caso, mi esposo "me hedía"...si, así como lo lee, mis hormonas locas repelían su cercanía. Mientras él, desde los primeros días de embarazo, me decía que mi cuerpo tenía un olor diferente, un olor "chocolatozo", que lo desmotivaba a tener relaciones sexuales.

Pero a pesar de eso, en los mejores días, hubo sexo.

El temor lógico, en especial de mi esposo y me imagino de muchos hombres, era hacerle daño al feto. Pero, luego de consultar datos al respecto, uno se va haciendo la idea de que no les pasa nada. Así que entre los días que no lo detestaba por su olor de "asco" o que las nauseas no me tenían tumbada, pues para allá dábamos.

En el segundo trimestre la cosa se pone buena. Al menos a mí me pasó. Sin malestares, ni olores hormonales de por medio, sumado con un pancita pequeña y sin tanto movimiento aparente del ya bebe, quieres cobrarte lo que el primer trimestre te robó. Aun así, los cambios en el cuerpo te hacen a veces pensar en como te ve el esposo. En mi caso, el esposo me decía, y aun lo hace, que le gusta mi cuerpo de embarazada. Al escuchar algunos piropos en la calle creo que a muchos hombres no ven como impedimento erótico una pancita de por medio.

Lo del tercer trimestre es algo más complicado. La panza es grande, el bebe se mueve mucho, la espalda, el cansancio, y las posiciones se limitan...si que es complicado. Pero posible. Limitado, pero posible. A veces mi esposo y yo nos reímos con lo creativo que hay que ponerse, además de que mucha de la inapetencia inicial del embarazo vuelve por el peso del bebe ya con la cabeza en posición y el cuerpo centrado en una panza que te hace caminar como un patito.

En estos últimos días de gestación la pregunta frecuente es ¿cómo será el sexo luego de que nazca el bebo? Supongo, y sé que será así, la dinámica cambiará. No es lo mismo la vida sexual de una pareja sin hijos que la de una pareja con un hijo recién nacido. He hablado del tema con mi esposo. Él parece entender lo mismo que yo, pero ninguno tiene una bola mágica para saber que tanto se nos cambiará la vida en ese aspecto.

Ya veremos.

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