lunes, 24 de julio de 2017

¿Vacaciones estructuradas?


Llenando su improvisada piscina.
El que tiene un hijo en cualquier terapia relacionada con conducta o alguna condición especial ha escuchado muchas veces la palabra estructura. Y esta palabra define, al parecer, mucho de lo que se hace con el niño o niña en sus terapias.

Y aunque no se mencione la palabra, es un hecho que también hay un tema de estructura para todos los niños: hora de levantarse, de desayunar, de comer, de dormir...

Hace tres semanas, la terapista de mi hijo me pregunta si lo voy a inscribir en un campamento infantil en sus vacaciones.

Le digo que no, que no tenemos para pagar un campamento.

Me dice que no es bueno que no tenga estructuras en sus vacaciones...

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¿Vacaciones estructuradas?

Hace años que está el tema de los campamentos. Algo que no es malo, pero que al parecer va convirtiéndose en una especie de necesidad familiar para la clase media, en especial porque no siempre tienes vacaciones junto a tus hijos, y de paso no tienes con quien dejarlos, o donde dejarlos, mientras trabajas porque las escuelas están cerradas.

Y claro, los campamentos tiene horarios, actividades programadas.

Entiendo que unos padres que no tengan ayuda para cuidar a su hijo por un mes y medio no tengan otro camino que los campamentos, que tampoco es que son muy baratos, hay hasta opciones de prestamos para pagarlos.

Pero me pregunto, ¿las vacaciones ya no son vacaciones? ¿También deben seguir estructuras cuando se supone que es un tiempo de ser algo libres de ellas? ¿Ya los niños y niñas no deben aburrirse?

Recuerdo mis tiempos de aburrimiento vacacional, leyendo, viendo televisión, correteando, en casa del abuelo, con escasos paseos, pero paseos al fin, o a las actividades de la iglesia. Nunca tuve clases extracurriculares durante el año escolar. No fui a clase de ballet, ni de música, ni de nada. No había ni dinero para ello, ni cultura de mandar niños a un campamento.

Con 20 años fui voluntaria en un campamento de niños en la iglesia. ¡Una gran responsabilidad! Desde esa época he visto como se ha ido normalizando el tema de los campamentos. Nada malo tienen, pero me preocupa eso de que los niños siempre tenga que cumplir horarios, estructuras.

¿No los estaremos preparando para que no sepan apreciar su tiempo libre? ¿Para que siempre tenga la imperiosa necesidad de cumplir horarios, compromisos, estructuras?

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Fernando, fuera de la condición por la que debe tomar terapias, es un niño. Y un niño que también va la escuela, que cumple horarios.

No niego que en estas vacaciones he deseado más de una vez tenerlo en un campamento, o de devolverlo con la cigüeña, pero a veces lo veo inventar, explorar, encaramarse, pedir que quiere jugar con la pelota  y entiendo que esa otra estructura es necesaria: la de disponer el tiempo sin horarios para ser y hacer...aunque eso signifique sudar y agitarme detrás de él.

Para eso también se es madre, para desesctructurarse la vida.