El destete y su temprana celebración ha sido anulado por la rebelión de Fernando.
El declive del destete empezó dos semanas después de que empezara a asistir a la guardería (que de paso les cuento que no llora ni patelea y se lanza a los brazos de su nueva "titi" con sonrisa y abrazo).
El cuento de la teta que duerme no le da ni frío ni calor. Ni que le acaricie y le añoñe. Nada.
Supe que tenía la "guerra" perdida cuando dos horas después de sus gritos constantes, pataleos, bofetadas y jalones de cabello...y despertar a todo el vencindario, tuve que decir basta y dejar que tomará las riendas.
Y el muy bonito se sonrío con la teta en la boca.
Y esa fue la última batalla de una serie de encontronazos cuando el Fernando decidió rebelarse a la decisión de no teta en las noches y madrugadas.
He tirado la toalla...por el momento.
Creo que tengo que esperar que las novedades de la guardería y la separación que conlleva se "asienten". O quizás ver alguna señal que me permita ver qué hacer...o ir buscando alguna técnica para esto.
Si alguien tiene algún truco, me avisa.
Y la rebelión se extiende por toda la casa. |