Fernando cumple hoy seis meses.
Hace seis meses que está con nosotros, y somos una familia de tres.
A estas horas, hace seis meses, el bebo tenía menos de dos horas de nacido.
Puedo decir que hoy es un día importante porque también cumplo seis meses de ser madre y de dar lactancia exclusiva a demanda. De esto hablaré en los próximo días con lujo de detalle: de lo bueno, lo malo y lo feo de la lactancia.
Hoy, también, el bebo inició su alimentación complementaria con todas las de la ley. Una alimentación guiada por él, como ha sido la lactancia, sin cucharas ni purés (que los haré, claro, para cuando sea necesario). Una alimentación complementaria a demanda y que es un juego de exploración y conocimiento para Fernando y un gusto de diversión para mí. Este sistema le han llamado Baby-Led Weaning.
Debo confesar que hace dos días trate de "ajustarle" un pure de auyama con un poco de crema de habichuelas y solo logre que se comiera un poquito. Eso sí, disfrutó mordiendo la cuchara. Por eso mi decisión de que la alimentación vaya a su ritmo, no a mi imposición.
El esposo padre anda feliz, muy feliz, luego que vio las fotos de la fiesta de exploración alimenticia de su hijo.
Fernando le encanta su silla de comer.
Y yo, bueno, soy la madre. Ando que me lo quiero comer a él.
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