martes, 12 de noviembre de 2013

Un particular árbol de Navidad

La vida cambia tanto con un hijo, que hasta las costumbres navideñas cambian con ellos.

Luego de dar vueltas y vueltas, ante el peligro que significa poner extensiones de luces eléctricas (que el esposo pegó de inmediato el grito al cielo con el tema, de que nada que ver con electricidad), buscando en internet una opción alternativa de árbol de Navidad, encontré esto.


Así que, luego de cavilar el asunto, pues se me ocurrió hacer mi propio árbol de perchas, pues en casa hay para regalarle al pueblo si me dispongo. Eso sí, sin luces, que lo intente y el bebo raudo y veloz se dispuso a probar su sabor.

Aquí el resultado.

El no le hacía mucho caso...

...pero de vez en cuando su instinto curioso lo empuja a averiguar qué es eso. 

Aunque en estos días estoy meditando hacerle algunos cambios, pues no parece muy estable y he tenido que usar cinta adhesiva para mantenerlo en su lugar, por ahora ha sido una muy buena idea.

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