La prueba de sangre es positiva. POSITIVA!
Lo supe con certeza cuando la esposa del chofer del periódico donde trabajo, y que trabaja en un laboratorio clínico, me dijo que los niveles de BETA HGC de mis resultados confirma un embarazo de, probablemente, menos de cuatro semanas.
Estoy por creer que las dudas es porque aun se me hace algo tan mágico que este embarazada. Aunque sé que es un proceso normal.
Veo el vientre plano. Me rió en mis adentros porque no me imagino con una panza.
La próxima ecografía es el 28 de febrero y se supone que ese día si veré algo. Eso espero. No tengo deseos de ir donde la doctora hasta esa fecha.
Más fuera de lo que me pasa, tengo que decir que la familia anda loca de felicidad, aunque la noticia no la dí yo, sino la desesperada felicidad de mi hermana.
Mi esposo piensa en una beba. Me dice que estoy hermosa y eso significa que será una niña. No sé cuál será la reacción de mi querida suegra, pensando que su hijo es único supongo que la idea de ser abuela le va a encantar.
Mis amigas, las que lo saben, me han dado toda una lista de precauciones. No levantes nada pesado, no te sientes con las piernas cruzadas, nada de alcohol...me dicen que los primeros tres meses son los más delicados.
Mientras, la acidez va y viene. Y los gases no me dejan en paz.