Fernando cumple cinco años.
Mucho que decir de este viaje con mi hijo desde que nació, algo que creo estoy logrando con un poemario que trato de escribir sobre esta experiencia.
Sin duda, estoy feliz. Verlo crecer, saberlo fuerte, retador, afanoso en superar sus propios límites me pone aire bajo las alas.
Les comparto un fragmento de un poema que escribo y que se llama "Voz en el desierto", y que habla de la llegada de Fernando a mi vida.
"Dejo dicho/quizás lo necesites en una noche sin luna/que primero fue mi mano en tu espalda pequeña/que segundo, tus ojos en mis ojos asustados/que tercero, tu puño en mi dedo índice izquierdo/y luego/mis huesos pulverizados y vueltos a formar".