miércoles, 18 de marzo de 2015

La "culpa"

El sábado en la tarde tuvimos un accidente casero.

Fernando dormía. Yo estaba en la cocina y el esposo en el baño. De repente escuchamos un llanto desesperado y un sonido de tos desde la habitación.

Mi esposo llegó primero. Fernando lloraba y tosía desesperado. A su lado estaban dos pedazos de plástico que eran de un gancho de colgar ropa. Faltaba el click que los unía. El gancho estaba sosteniendo una apertura del mosquitero de la cuna.

Era uno como este.


El esposo trato de buscar el click en la garganta de Fernando y no estaba. Le golpeamos en la espalda. Esto lo hicimos mientras salíamos corriendo hacía el vehículo para ir a la clínica. A mitad de camino Fernando iba sentado, secándose las lágrimas y mirando el panorama.

Llegamos a emergencia y la pediatra no solo nos hizo esperar, sino que vino con toda la calma a decirnos que lo veía bien por lo que suponía que no estaba en peligro. De paso me comentó que ya había atendido a una niña que se tragó una aguja. Creo que no entendía mi desesperación de madre primeriza.

En la camilla, Fernando se revoltea. No tiene nada en la garganta. Se lo tragó.

Le tomamos la radiografía. El click se ve claro, en el tubo digestivo. Hay que esperar que siga su camino. Pasamos mala noche pendiente de Fernando. Él no, durmió bastante bien, aunque muy ñoño.

Al día siguiente, domingo, en la segunda radiografía de control el click estaba en el estomago.

Fernando nunca dio señales de malestar o dolor. Siguió igual de travieso, mientras el esposo y yo pasamos el fin de semana más tenso de nuestras vidas de padres.

El click salió el lunes en la mañana.

En todo este ínterin, no pude evitar sentirme de lo peor. Culpable. Y cada llamada que recibía de algún familiar ahondaba el sentimiento.

No pude evitar pensar que hubiese pasado en un escenario peor. ¿Cuántos padres no han perdido a sus hijos por un accidente casero, por una situación que no pudieron manejar ni prevenir de ninguna manera?

Es increíble como la reacción primera de la gente sea acusar, porque es una reacción, pienso que no es intencional. No puede ser intencional.

El apoyo es lo menos.

¿Qué padre o madre quiere que su hijo le pase algo malo, se provoque un daño? Creo que ninguno. Pero sin embargo, pasan accidentes y mueren niños por esos accidentes. Y a veces pasan de la manera más azarosa, sin que ninguna medida de seguridad pudiera evitarlo.

Confieso que el lunes, en mi alegría luego de que el click saliera del cuerpo de mi hijo, no pude respirar con alivio. Pensé en los otros padres, en los que pierden a un hijo en esas circunstancias. Pensé en un abrazo grande para todos ellos, uno que les sanara la culpa.