Fernando descubriendo lo interesante de jugar con la arena en la playa. |
Los famosos y temidos "terribles dos años" no existen.
No he hecho ningún estudio al respecto y me paso por .... los cientos de artículos en que se hablan de los "terribles dos".
No son nuestros hijos quienes se vuelven terribles con los dos años.
Somos nosotros quienes nos volvemos terribles cuando ellos llegan a esa edad.
A los dos años, creo que de manera general, los niños nos muestran sus desacuerdos, sus "no", lo que desean hacer, los que no desean hacer. Se vuelven más curiosos, más determinados en su curiosidad.
Empiezan a ser más ellos y menos el niño o niña que, muchas veces, "hacía todo lo que yo le decía", "se quedaba quieto donde yo quería que se quedara quieto".
Entonces se nos cruzan las exigencias, los juicios de mucha gente (hace semanas estuve a punto de decirle a una señora que se fuera a la mier... si seguía comparando a su nieto "que se porta tan bien" de 9 meses con mi hijo de dos años y medio, y agregando a cada minuto "que era un malcriado" porque a su saludos mi hijo respondía con manotazos para que se le alejará -la ha visto tres veces en su corta vida), y un repentino cambio de un niño tan dependiente al que ya no lo es tanto.
Entonces, no es a los niños a quienes tienen que llamarles "terribles" y "sicoanalizarlos".
Somos nosotros los que necesitamos la orientación para nuestra terrible manera de reaccionar hacia la personalidad naciente de nuestros hijos. Una orientación que nos permita evitar anularlos y minimizarlos.
Muy buena apreciación. No era la primera vez que oía a la gente quejarse de esta etiqueta y razón no falta. Es un poco simple echarle toda la culpa al niño aunque entiendo también que tiene que ser un tanto desesperante.
ResponderEliminarSaludos
Se nos olvida, creo, que también fuimos niños. Es difícil, no te lo niego, pero luego que una hace la introspección ve con más claridad y con más amor y paciencia esta etapa.
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