Fernando dormía. Yo estaba en la cocina y el esposo en el baño. De repente escuchamos un llanto desesperado y un sonido de tos desde la habitación.
Mi esposo llegó primero. Fernando lloraba y tosía desesperado. A su lado estaban dos pedazos de plástico que eran de un gancho de colgar ropa. Faltaba el click que los unía. El gancho estaba sosteniendo una apertura del mosquitero de la cuna.
Era uno como este. |
El esposo trato de buscar el click en la garganta de Fernando y no estaba. Le golpeamos en la espalda. Esto lo hicimos mientras salíamos corriendo hacía el vehículo para ir a la clínica. A mitad de camino Fernando iba sentado, secándose las lágrimas y mirando el panorama.
Llegamos a emergencia y la pediatra no solo nos hizo esperar, sino que vino con toda la calma a decirnos que lo veía bien por lo que suponía que no estaba en peligro. De paso me comentó que ya había atendido a una niña que se tragó una aguja. Creo que no entendía mi desesperación de madre primeriza.
En la camilla, Fernando se revoltea. No tiene nada en la garganta. Se lo tragó.
Le tomamos la radiografía. El click se ve claro, en el tubo digestivo. Hay que esperar que siga su camino. Pasamos mala noche pendiente de Fernando. Él no, durmió bastante bien, aunque muy ñoño.
Al día siguiente, domingo, en la segunda radiografía de control el click estaba en el estomago.
Fernando nunca dio señales de malestar o dolor. Siguió igual de travieso, mientras el esposo y yo pasamos el fin de semana más tenso de nuestras vidas de padres.
El click salió el lunes en la mañana.
En todo este ínterin, no pude evitar sentirme de lo peor. Culpable. Y cada llamada que recibía de algún familiar ahondaba el sentimiento.
No pude evitar pensar que hubiese pasado en un escenario peor. ¿Cuántos padres no han perdido a sus hijos por un accidente casero, por una situación que no pudieron manejar ni prevenir de ninguna manera?
Es increíble como la reacción primera de la gente sea acusar, porque es una reacción, pienso que no es intencional. No puede ser intencional.
El apoyo es lo menos.
¿Qué padre o madre quiere que su hijo le pase algo malo, se provoque un daño? Creo que ninguno. Pero sin embargo, pasan accidentes y mueren niños por esos accidentes. Y a veces pasan de la manera más azarosa, sin que ninguna medida de seguridad pudiera evitarlo.
Confieso que el lunes, en mi alegría luego de que el click saliera del cuerpo de mi hijo, no pude respirar con alivio. Pensé en los otros padres, en los que pierden a un hijo en esas circunstancias. Pensé en un abrazo grande para todos ellos, uno que les sanara la culpa.
Ay Arge, ya imagino esos sentimientos. Se me salia el corazon leyendo hasta el final, y te confiezo; respire tan hondo como tu. Yo pase algo parecido pero con un caramelo, pero yo habia hecho el curso de primeros aucilios y aunque llena de panico, pude resolver la situacion sin tener que asistir a la emergencia. Te recomiendo que hagas el entrenamiento. En la cruz roja te certifican. Tranquiliza mucho saber que uno tiene la preparacion para este y otros casos.
ResponderEliminarQuerida Tatiana, tendré que hacerlo, porque de verdad que me volví un desastre. No atiné a nada solo a desesperarme con Fernando en brazos.
EliminarTienes razón en lo que señalas: la mayoría de la gente suele remachar el clavo ante circunstancias de ese tipo, y eso está mal. Es lo mismo que me pasa cuando llego a la casa con el vehículo chocado: siempre me miran mal, asumen que yo tuve la culpa y simplemente no sueltan. Muy desagradable. Me alegra que tu hijo este bien, y me parece buena idea que trates estos temas.
ResponderEliminarNos falla la empatía, Rocío. Estamos muy dados a juzgar sin tratar de comprender.
EliminarCreo que todas las madres hemos pasado por un susto parecido, algunos peores. Son aspectos que no se suelen tratar. Di vueltas para escribirlo, pero lo hizo como catarsis, y de verdad veo con otros ojos los casos de desenlace lamentable que he conocido como periodista.
Bendito sea Dios que todo salio bien, me alegro mucho por el pequeño Fernando y ustedes que superaran este incidente, bendiciones para la familia
ResponderEliminarGracias, Billy. Abrazotes.
EliminarMe alegra que no haya pasado a mayores.
ResponderEliminarManaaaa!! que susto,mira estoy leyendo y mi corazon saltaba y se aceleraba a medida que seguia leyendo,en efecto como tu dices la gente en vez de apoyar lo que hacen es criticar (que impotencia que te hagan sentir mas culpable de lo que ya te sientes) pero bueno son precisamente accidentes caseros que si hay que estar con cincuenta ojos y que sin embargo en algun momento esos chiquiticos te hechan tierra en los ojos y hacen cosas peligrosas y uno ni cuenta se da.
ResponderEliminarA mi en lo personal me dicen fastidiosa porque de hecho siempre pienso en los peores escenarios con los chamos pero es que en verdad con ellos nunca se sabe,luis me dice " dejalasss seeeeeeeeeeeeer"" pero yo siempre le respondo "yo soy su mama y siempre debo cuidar de ellass en todo porque si no la que se jode soy yo" (palabras textuales jajajaj) pero es q da un miedito que les pase algo,pienso que cuidarlas tantooooo le puede repercutir a ellas en un tema de inseguridad para hacer las cosas,pero luego pienso que carajos debo cuidarlas igualito jajajjajaja es que esas niñas son mi cielo.
Bueno mana solo resta decir que si hay que estar superrecontrapendientes por lo menos cuando esten con uno porq en otro lugar uno no esta y nunca se sabe (mas sin embargo hay que decirles las cosas que no deben hacer.
besos y abrazos al sobriii.Los quiero mucho
Hermana bella, en casa los papeles son contrario a tu casa. La menos preocupona soy yo y es Waldo quien vive con "el Cristo en la boca" con Fernando.
EliminarTengo que reconocer que no hay manera más profunda de conocer tus miedos que cuando tienes hijos.
Te quiero un mundo, mana. Abrazos y besos a mis sobrinas.