jueves, 3 de septiembre de 2015

Fernando en la escuela

Fernando conociendo la escuela.


"Si viera la alegría de su niño en la escuela, en la mañana. Es muy alegre".

Eso me dijo ayer la hija de la directora del colegio donde Fernando empezó a asistir desde el pasado lunes. Un lugar conocido para él, pues es donde está la guardaría donde lo llevo por las tardes desde enero.

Y es un alivio saber que Fernando es feliz en la escuela.

No estaba en mis planes que empezará a escolarizarse ahora. Pero la logopeda, especialista en desarrollo del habla, donde lo llevé hace casi un mes, me dio la sentencia: "Necesita estructura. Debe inscribirlo en la escuela".

Como no soy especialista en esa área, y la que sí lo es me dijo que la dejadez conversatoria de Fernando podría mejorar con "la estructura escolar", pues lo inscribí en la escuela.

Confieso que la crisis la viví yo. Es otra separación. Y sí, soy una mamá gallina, pero me alegra serlo porque cuando vi a Fernando entrar a su escuela, saludar y curiosear, me di cuenta que el apego de estos primeros años han creado la independencia que hace que mi hijo sea alegre, como me aseguraron ayer, en la escuela.

Eso sí, comprar los útiles escolares de un niño de casi tres años que va a pre kinder me hizo entender el porqué ahora se ofrecen préstamos bancarios a los padres cada vez que inicia el año escolar.

Además, con este inicio de nueva etapa de Fernando me doy cuenta de algo, y me convierto en drama mamá...

¡Ya no tengo bebé!!!!!!!!!!

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