jueves, 2 de febrero de 2012

Miedos

Las opiniones van y vienen.

Una de mis amigas se enteró de mi insipiente embarazo. Me llamó y me advirtió que ella dio positivo una vez en uno de sangre y cuando fue y se hizo la ecografía "no tenía nada". En sus palabras, mientras la escuchaba, sentía las entrelíneas de "no te ilusiones, puede ser que no sea".

Eso fue la semana pasada.

Me enteré de una conocida cuyo feto murió antes de cumplir los tres meses, días antes de anunciar a todo el mundo su embarazo. Recordé el caso de otra amiga, que con pocas semanas también perdió el feto, luego de varios días de sangrado.

Eso fue anoche.

Hoy llevo más de dos semanas de retraso. Nada anormal. Ni dolores, ni molestias. Mucha sáliva en la boca y el estomago está tranquilo. Mucho sueño.

Hoy me volvió a hablar la amiga del embarazo fantasma.

Esta vez fue por el gtalk. La misma historia. Me hace temer, temer de que este mío tampoco sea real. Tenía deseos de responder con palabras duras, de decirle que me dejará en paz, que no me angustie. Pero seguí la conversación protocolar.

Mi esposo me dice que me tranquilice, que no tema, que aleje esas conversaciones, que lo que tenga que ser será. Me dice que en este país todo el mundo quiere ser experto en todo, inclusive de lo que desconoce.

Cruce a la farmacia que queda frente al edificio donde trabajo y compré otra prueba de embarazo casera. Esperando que terminará una reunión que cubría para el periódico me escabullí al baño.

La segunda raya no es una sombra como la primera. Es una marca bien clara. Sonreí.



Cuento los días de mi próxima cita, el 28 de febrero. Espero que la ecografía disipe mis miedos.

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