Si algo tiene que enfrentar un padre o una madre que tiene un hijo o hija con alguna discapacidad, por mínima que sea, es la pena de los demás.
Porque antes del posible acoso a niño o niña en la escuela, los primeros que enfrentan el "bullying" son los padres de estos niños.
"Ustedes tan bien y ahora con ese niño con ese problema", "¿Hay alguien así en su familia", "¿Y eso se puede diagnosticar antes de nacer?", "Ese pobre niño enfermito".
Y no, no importa que la situación sea leve, alguien en algún momento usará esa expresión, que suele venir de familiares.
¿Cómo respondes a "la pena"? No respondes, aunque a veces duela, aunque a veces quisieras decirles que no, no es "un enfermito", tiene algo que superar, que está superando.
Porque a veces las explicaciones no son suficientes, y algunas personas no las entienden, o no tienen capacidad de entender.
Al final es algo que se sabe que hay que enfrentar siempre, la pena. A veces expresada como una condolencia, como si estuvieran dando palmadas o abrazos en un funeral, frente a un ataúd.
Es posible que la pena sea un cliché, un "salir del paso", un "no sé que otra cosa decir".
Todos sentimos pena alguna vez, pero como en los velorios sería bueno acompañar en silencio... más si se tiene amor a pesar de la pena.
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