Las mujeres no salemos hablar de peso. Ese tema es como la edad.
En el embarazo el tema es mucho más espinoso. Las mujeres no quieren tocar esa tecla, a menos que no sea en la intimidad del consultorio. Haré un ejercicio contra femenino.
Antes de salir embarazada supuse que ganaría mis libras. Lo hice cuando me mude con mi esposo. De soltera no sobrepasaba las 138 libras (62 kilos) y tengo unos 5'11 de estatura (que es más o menos 1.80 metros). En los seis meses de convivencia, y antes de la boda, pase a pesar 144 libras (65 kilos).
Y eran 144 libras que tenía cuando salí embarazada. Tres meses después pesaba 140 libras (63 kilos), gracias a los malestares que no me dejaban comer casi nada. Antes de irme a mi viaje a Alemania aumenté dos libras más. Normal, de acuerdo con mi doctora.
Pero mi susto fue ayer, en mi cita mensual. ¡Aumente 10 libras! (4.5 kilos)
Los panes, las papas fritas y las salchichas de alemanas hicieron su efecto. La doctora me miró con cara de reproche y me dio toda una cátedra de advertencias. Lo peor: era la primera vez que mi esposo iba a consulta conmigo y puso esa cara de papá corrector...
Ya más calmada en casa busqué información con relación al peso y al embarazo. De acuerdo con esta página, lo normal es aumentar entre 9 y 15 kilos en el embarazo (19 y 33 libras). Entonces, mi susto se alivio. De mi peso inicial a mi peso actual he aumentado 8 libras (3.6 kilos), por lo que creo que voy bien. Claro, comparado con mi último peso, de 142 libras, subir 10 es un mes no es lo recomendable.
Aunque para serles sincera, cuando me veo en el espejo y luego de saber que mi bebo pesa aproximadamente 1 libra y 7 onzas...se donde hay mucho de mi aumento. Eso sí, no me voy a descuidar. ¡A comer sano y no por dos!
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