jueves, 14 de junio de 2012

Nueva casa

Vivo desde ayer en un total desorden, que espero pronto vaya tornándose en orden.

El esposo y yo, y mi pancita, nos hemos mudado. Un espacio mucho más amplio y seguro para el bebe que viene en camino.

Muchos gastos. Y eso, que nos faltan los grandes sobre el bebe, aunque soy de las que quiere inscribirse en el club de "lo necesario para el bebe". En estos tiempos, y por lo que me he dado cuenta, existe un marketing feroz -como casi en todo- para que los futuros padres se embarquen en gastos innecesarios sobre cosas que no son tan necesarias para los primeros meses de un bebe.

Me gusta la nueva casa, que es específicamente un apartamento. El único problema son las interrupciones de luz, algo normal en República Dominicana, pero anormal para algunas zonas privilegiadas que tienen un sistema de 24 horas de electricidad. Y yo pase de ser una privilegiada a una paría de la electricidad. Ni modo, todo por un mejor espacio para Fernando.

Claro, andamos buscando soluciones para esto. Un inversor eléctrico. Más gastos, pero este si es necesario.

Por lo demás, el embarazo va bien. Parezco, como me han dicho, que me he tragado un balón de basketball o de fútbol. ¡Y cuanto se mueve!

Algo si extrañamente maravilloso me ha pasado en estos días. Como desde que se mueve ando vigilante de que siempre lo haga, en las mañanas una de las primeras cosas que hago es sentarme y ponerme la mano en la panza para percatarme de sus movimientos. Desde hace dos mañanas, cuando lo hago, le digo: "Fernado, buenos días. Mami te ama". Y, a seguidas, ¡se mueve! ¿Será que entiende que debe moverse para que sepa que está bien? Me parece algo increíble.





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